tributo al espíritu humano que supera los obstáculos y sigue adelante, y me alegro de haber podido compartir una pequeña parte del camino de Luz de María.
A lo largo de estas páginas estamos frente a una ventana abierta a un amplio espectro de emociones y sentimientos:
la satisfacción de conseguir un papel gracias a la perseveran-cia; la desesperación ante una lesión que estuvo a punto de acabar prematuramente con su carrera; el estoicismo ante las burlas de sus compañeros de universidad que no entendían qué era eso de ser bailarina; la desilusión cuando el sueño largamente anhelado de abrirse camino en el extranjero se vio abruptamente truncado; el orgullo de salir adelante y mantenerse auténtica.
Fragmento del “Prólogo” de Liliana Mascareñas